Hace un tiempo mi equipo de fútbol preferido el Pachuca gano el torneo mexicano. Hace una semana el mejor equipo del mundo, el FC Barcelona, (si soy blaugrana y que?) perdió la liga después de tres jornadas fatales. Ayer la selección jugo bien y acabo perdiendo contra los gringos. (en 1994 cuando los gringos organizaron el mundial, les dije a todos que los gringos serian campeones del mundo antes que nosotros, nadie me creyó, pero ya nos ganan así que ahí van) Pero ya no me mortifico por eso, ni me va ni me viene. No me malinterpreten, me encantan los deportes. Tengo equipos de todo (si no, chequen este post una de las joyas de la corona) pero si ganan o pierden al final del día no hay porque mortificarse. Si, le tiramos a los cuates que le van al América por maletas; los que le van al Madrid nos tiran a nosotros y por supuesto todos le tiran a Miami que en la NFL lleva años de decepción. Pero pasan unos días y ya, pasa de moda. La verdad es que no vale la pena hacerla tanto de jamón por el juego.
Un cuate mi que es comentarista deportivo (evitemos el nombre para que no tenga problemas) me contó una historia del fútbol mexicano. Voy a evitar nombres para no meterlo en broncas y para que ustedes los seguidores del equipo no se depriman. Acabando un partido en el que se había perdido uno de los cientos de “clásicos” (son demasiados, ya todo es un clásico) los aficionados salieron llorando del estadio, se denotaba tristeza en todos, completa desesperación en el aire. Llegando al hotel donde se hospedaban los visitantes (que perdieron) se los encontró en el bar chupando y con viejas. Acababan de perder y les valía gorro. Solo dos o tres realmente sufren la camiseta, los demás juegan porque es su chamba. Igual que muchos en tu empresa, van trabajan y cobran la quincena. Les importa poco la imagen de la compañía, los resultados globales, solo se identifican con esta en la fiesta de fin de año cuando hay chupe gratis.
Ahora yo soy como ellos. No sufro ni me complico la vida con los resultados. Prefiero sufrir y gozar con mi vida personal. Disfruto mucho todos los días con mi esposa, con mis papas y hermanos. Disfruto pasar tiempo con los amigos o ver una buena película. Es más, disfruto mi negocio (que por cierto nos dejo 10.29% el mes pasado) porque ahí si los resultados dependen de mi. Ahí si me deprimo si nos va mal y lo gozo cuando nos va bien. Eso si me dura días, semanas y hasta meses. Por lo demás ya no me agobio, si a ellos no les importa que viven de eso, menos a mi que hasta me cuesta ver los partidos.
Hasta la próxima
lunes, junio 25, 2007
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