Ingrid una amiga mia nos hizo favor de mandar este TRENCADIS, disfruten esta muy bueno.
Hace algunos meses paseaba en Río de Janeiro con un par de amigos, un Brasileño y una Portuguesa. Habíamos tomado un taxi para ir a cenar y al llegar a Copacabana indicamos nuestro destino final al conductor y mi amiga Portuguesa – llamémosla ‘Cavaca’- le ofreció un billete de $50 Reais (unos $250 pesos). Acto seguido, el conductor sonrío apenado “Disculpen, es que no tengo cambio”.
El brasileño y yo (más Mexican que el Tequila) salimos del auto y nos pusimos a platicar tranquilamente esperando a que el tío este regresara con el cambio. Simplemente a nosotros dos nos pareció lo más normal del mundo… pero mi amiga Cavaca recibió al taxista con una letanía de reclamos que ‘si era su trabajo y responsabilidad traer cambio’, etc, etc.; cuando intentamos calmarla, se volvió a nosotros “Por eso sus países están jodidos, porque ustedes son los que aceptan cualquier mierda y hasta pagan por ella”. Meses después lo sigo pensando y creo que tiene razón. La indiferencia es lo nuestro.
¿Cuántas veces has ido a un restaurante, una tienda, una gasolinera, un estacionamiento etc. y te han hecho esperar? ¿Cuántas veces te han atendido mal? ¿Cuántas veces se han equivocado con tu servicio o compra? … y ¿Cuántas veces has reclamado? Algunas seguro, pero ¿todas? ¿Te da pena? ”Pobre guey (el que te atiende), mejor ya lo dejo en paz, igual no pasa nada” o el clásico “Uta, ya se me hizo tarde, pues ¡ya que! Ahí muere, igual no tengo ni tiempo”.
Y ni hablemos del Gobierno porque el asunto está peor. Claramente el sistema legal no funciona, se puede hacer aquí lo que a uno le venga en gana y sin consecuencias. Pero el problema no son sólo las autoridades que fallan en la aplicación de penas, somos nosotros que ni nos molestamos en reportar los crímenes: 75% de los crímenes en México no se reportan (según AFI). “¿Para qué?, Están tan brutos que nunca lo van a encontrar, y peor aún, si lo agarran, seguro sale con una ‘mordida’”. Va, te doy el punto de la marcha civil contra la inseguridad… pero sólo hubo UNA y el Peje estuvo más de un mes en Reforma… no comments.
Creo que a mí como Mexicana, lo que realmente me decepciona es que apliquemos la indiferencia entre nosotros. ¿Cuántas veces te has parado en la calle a ayudar a alguien que necesite batería o que necesita cambiar una llanta o a quien acaba de ser asaltado? “Uta no, ¡qué miedo! ni conoces al guey, ¡segurito te hace algo!”. No sólo nos hemos hecho inmunes a la desgracia ajena, evitamos verla y nos engañamos pensando que como no la vemos, no existe… ¿No me digas que tú sí volteas a ver a los niños de la calle? Me cae que hasta Freud debería levantarse de la tumba para corregir sus teorías sobre el subconsciente o más bien el inconsciente…
Para serte sincera a mí este país me parece de lo mejor, tiene de todo… pero está lleno de niños. La población en general se compone de niños a los que les gusta que les digan qué hacer, a quienes les gusta obedecer y no cuestionar, no demandar. Lo entiendo, de verdad que sí, eso de que alguien piense por ti ¡está genial! No hay que esforzarse, no hay que tomar responsabilidad de la vida de uno ¡al fin que siempre se puede culpar al otro! Pero la verdad es que si no tomamos responsabilidad, si no crecemos, si nos sigue valiendo y seguimos escogiendo la indiferencia… todos los abusivos seguirán haciendo de las suyas, seguirán rigiendo tu vida y la mía, nos seguirán llevando a donde ellos quieran (si es que saben…) y sin embargo, ni tú , ni yo, ni nadie tendrá derecho de quejarse aquí.
¿Y bien? ¿Estás enojado? ¿O te estoy ofendiendo? Si respondes que sí a la segunda, mil disculpas, no sabía que no se podía ofender en el blog . Si respondes que sí a la primera… ¡vientos! Ahora ve y toma las riendas, exige, demanda, cuestiona y pide cada vez más… que lo mejor del futuro es que todavía no llega.
miércoles, noviembre 29, 2006
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1 comentario:
LO MÁS TRISTE ES QUE TODO ES CIERTO... pero debo comentar que aunque parezca indiferencia, muchas veces no es así... yo sí he tenido miedo de ayudar al vecino en desgracia... desafortunadamente la inseguridad del país está por la nubes y cada vez, los delincuentes encuentran nuevas y creativas formas de abusar del prójimo, jodiendo al buen samaritano que quiere ayudar a los demás. Los délitos no se denuncian, porque igual el sistema de justicia está del carajo, por ejemplo, si te violan, tienes que pasar por una serie de "violaciones" de parte de los peritos y ministerios públicos que al final del día resuelven que la culpa fue tuya por andar taaaaaaan escotada y que no pueden hacer nada al respecto. Es triste, pero el mientras el sistema de justicia no cambie, las cosas dificilmente podrán cambiar....
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